¿Qué es la autoestima?
Para saber la posible relación que puede existir entre obesidad y autoestima es necesario saber en primer lugar, qué es la autoestima.
La autoestima es, como la misma palabra dice, es amor o la estima a uno mismo.
El aprecio y el cariño que nos tenemos a nosotros mismos es fundamental porque va a ser una fuerza tremenda que sale de cada uno de nosotros y que nos mueve, nos anima a luchar por nuestros objetivos, nos cuida y nos protege de distintas situaciones negativas para nuestra persona.
¿Cómo cuidarme si no me quiero?
Por desgracia en los últimos años cada vez nos llegan más noticias por los medios de comunicación sobre la obesidad de la población. En España de hecho ha aumentado muchísimo a pesar de que siempre se ha considerado que la dieta mediterránea ha sido una de las mejores del mundo. Pero la moda de la comida basura y rápida está haciendo estragos sobre la salud de la población.
Pero está claro que el problema no es está solo en un cambio de alimentación, sino que parece que existe una fuerte relación entre obesidad y baja autoestima. No significa que todas las personas que tienen baja la autoestima vayan a padecer un trastorno de obesidad mórbida, pero sí es cierto que junto con otros factores supone un riesgo en general para cualquier trastorno de alimentación.
¿Qué relación tiene quererse a uno mismo con no llegar a sufrir un trastorno de alimentación como la obesidad?
Partiendo de la base de que una persona cuida y se preocupa por todo aquello a lo que ama, si ese amor es hacia uno mismo, una de sus preocupaciones irá dirigida a autocuidarse en todos los sentidos. Por eso cuando la autoestima es buena, luchamos por conseguir las metas que creemos que nos pueden aportar felicidad, no nos dejamos vencer a la primera de cambio cuando no logramos nuestros objetivos, nos alejamos de las personas que pueden hacernos daño, no permitimos que nadie nos falte el respeto o nos humille, y como no cuidamos de nuestro cuerpo en todos los sentidos.
No quiere decir con esto que una persona con una buena autoestima siempre vaya a ser capaz de mantener su peso y sea algo inamovible, pero sí es cierto que estará más pendiente de sí misma, si un día se pasa con la comida, otro intentará cuidarse un poco más.
Si engorda algo no se abandonará, sino que intentará perder lo que haya podido coger. No sentirá ansiedad o impulsos de los que luego se tenga que arrepentir y en definitiva será capaz de sacar las fuerzas necesarias para luchar contra las adversidades.
¿Cómo huir de los trastornos de alimentación?
Estos consejos te pueden ayudar a mejorar tu autoestima y a evitar, con ello, desordenes de alimentación que puedan producir problemas como la obesidad:
- Cuídate siempre: no te abandones a ti mismo, te necesitas y no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
- Si en algo te equivocas no des todo por perdido y sigue luchando. Es más fácil rectificar un error que dejarse llevar por él y terminar cometiendo otros tantos que luego tienes que enmendar.
- La autoestima no se ve solo en los hábitos de alimentación, al menor síntoma de problemas en esta área, intenta potenciar con ayuda psicológica, haciendo cosas por ti o incluso simplemente conociéndote un poco más.
- Si tienes problemas la comida no va a solucionar nada, al contrario, te estás metiendo en otro más grave aún.
- Nunca es tarde para empezar a cuidarse.
- Una persona es mucho más que su físico, si ves lo bueno que hay en ti sacarás fuerzas para luchar contra las adversidades.
- Cualquier problema tiene solución excepto la muerte, la obesidad también es un problema con solución, y si crees en ti podrás con esto y mucho más.
- No dependas de la opinión de los demás, no conocen tu vida, deja a un lado las críticas y comentarios y lucha por lo que tú quieres lograr.
La autoestima, el ejercicio y las dietas
Para mejorar la autoestima el ejercicio físico es fundamental. Además de contribuir a la salud física el ejercicio es una actividad social y recreativa que contribuye notab
lemente al bienestar psicológico y a la mejora de la autoestima. El problema surge cuando las dietas y el ejercicio se utilizan para controlar el peso en lugar de hacerlo para mejorar la salud y disfrutar de un buen estado físico.
En muchos países del mundo está completamente extendida la creencia de que un cuerpo delgado es sinónimo de éxito. La manera de conseguir este éxito está condicionada por la capacidad de mantener un cuerpo delgado.
Las vías para hacerlo son a través de las dietas y el deporte.
En nuestra cultura está fuertemente arraigada (sobre todo para las mujeres) la idea que equipara la popularidad y el éxito con el autocontrol y la esbeltez. Por ello las personas más vulnerables, que tienen baja la autoestima, no se sienten dignas de ser ser amadas si tienen sobrepeso.
El deporte y la actividad física en general nos fortalece a todos los niveles. No solo en el plano físico, que también. Cuando realizamos un deporte segregamos serotonina, una hormona que nos produce placer y bienestar. Reforzando nuestra autoestima.
El problema viene cuando el ejercicio se hace solo para bajar de peso y compensar la ingesta de calorías, en lugar de usarlo para el disfrute físico y social. Este es un comportamiento dañino.
La autoestima y el peso
Las mujeres, por lo general, somos juzgadas por nuestra apariencia. Nuestro valor social se incrementa por la capacidad que mostremos para adaptarnos al ideal de belleza basado en la esbeltez.
Los mensajes que lanzan los medios de comunicación es que un cuerpo joven y delgado es deseable. Constantemente se nos dice que podemos alcanzar ese cuerpo a través de la dieta, el ejercicio, las pastillas o, si todo lo demás falla, a través del bisturí del cirujano.
Las mujeres que son más vulnerables (especialmente las adolescentes) y tienen baja la autoestima no se sienten dignas de ser queridas si no cumplen con este patrón de delgadez.
La autoestima y los trastornos alimenticios
Muchas mujeres están sometidas a factores socio culturales que inciden directamente en la creación de una baja autoestima. Además de los ya mencionados, sufren discriminación por su sexo, por su raza, por su clase social y por su color. Todos estos factores aumentan su vulnerabilidad que muchas veces se expresa a través de los trastornos alimenticios.
Cuando una persona con sobrepeso pierde kilos, a menudo recibe elogios de su familia, de sus amigos y de su entorno. Le admiran por el autocontrol que ha demostrado para adelgazar y por el resultado obtenido.
Estas “recompensas sociales” hace que las personas sientan que han sido muy fuertes y disciplinadas porque han tomado el control de su cuerpo a través de la dieta y el ejercicio selectivo (fundamentalmente el ejercicio aeróbico ya que es el que más grasa consume en menos tiempo).
Han conseguido tomar también el control de su vida, lo cual provoca que puedan continuar adelgazando e intensificando una conducta alimentaria restrictiva.
Las dietas restrictivas pueden derivar en trastornos alimenticios
Una alimentación restrictiva conduce a trastornos alimenticios. No solo se queja el cuerpo, que pasa verdadera hambre. También la mente se revela.
La privación psicológica y la cantidad de normas y reglamentos que tienen las dietas hacen que la persona sienta que está siendo castigada por su peso. Aunque se someta voluntariamente a una dieta.
Si a ello se suman los atracones de comida en los que derivan muchas dietas, la persona siente que ha tenido un fracaso personal, por lo que redobla el esfuerzo cayendo de esta manera en un círculo vicioso.
Mientras tanto, la baja autoestima sigue sin abordarse por lo que probablemente empeora.
Hay que ver con claridad que el vínculo que une peso y éxito es una distorsión de la realidad. Los seres humanos se muestran en una amplia gama de tamaños, colores, formas y pesos. Lo fundamental es recordar que lo más importante es tener un cuerpo sano, independientemente de su forma y tamaño.
No se puede elegir una forma de cuerpo ni conseguirlo a través de una dieta restrictiva y un ejercicio selectivo.
La creencia de que la dieta es más importante que la salud y la apariencia es más importante que el ejercicio es una creencia errónea.
Debemos comprender los enormes beneficios del deporte y de la salud. Debemos disfrutar social, emocional y físicamente de estar sanos y activos y no permitir que los clichés sociales dictaminen lo que es “aceptable” y nos pongan límites en nuestras capacidades y desarrollo personal.
CONSEJOS PARA AUMENTAR TU AUTOESTIMA SI ESTAS A DIETA
– Lo más importante es, que debes cuidar el cuerpo que tienes ahora, ya no podrás reemplazarlo por uno nuevo.
– Piensa que, para alcanzar tu objetivo, es necesario sobreponerte a los obstáculos y fracasos.
– Quizá no seas culpable de tu exceso de peso, pero si responsable de saber manejarlo.
– Utiliza pensamientos constructivos, «Quiero», «Puedo», «Soy capaz».
– Acepta tus formas naturales, no seas esclavo de la moda
– Plantéate metas realistas, no pretendas bajar muchos kilos en poquísimo tiempo; es mejor ir logrando «premios intermedios» y de esa forma paso a paso irás logrando superar tus propias metas, y esto ayudará a motivarte.
– Enfócate en lo positivo en vez de en lo negativo, «quizá no hayas bajado lo que pretendías».. pero al menos no tienes el peso del comienzo» o «al menos estás haciendo algo beneficioso por tu salud».
– No recibas en forma pasiva mensajes de los medios de comunicación, se crítico y observador.
– Recuerda que: «comer es un placer, para disfrutarlo en su medida justa».
Por último, lo que debes hacer es reconocer tu problema y empezar a entender tus complejos para poder superarlos poco a poco. Tienes muchas cosas buenas, y aunque tú no lo veas, seguro que hay mucha gente que sí lo hace, así que ábrete al mundo y QUIERETE MUCHO.
¡SABER COMER ES SABER VIVIR!